Ciclo marca pasos
El marcapasos en un sistema
productivo (pacemaker en inglés) es el sistema que nos definirá cuándo debemos
fabricar un producto. Esto es, cuando un cliente ha realizado una compra.
Es importante asegurar que
esta información, en un entorno Lean, se deberá «inyectar» en un sólo punto. Es
decir, no hay que enviarla a diferentes áreas productivas. Si fuese así,
estaríamos volviendo al sistema de producción empujada (push), con los
problemas que ello implica. A partir de ese punto, comienza a trabajar mi
sistema para reponer o producir lo que el cliente nos pide.
Aunque tengamos una cadena de
valor larga, vamos a ver que no es tan complicado definir cuál es el lugar más
conveniente para ubicar el marcapasos. En cualquier caso, dependerá
fundamentalmente tanto de la variedad de artículos que tengamos, como del plazo
de entrega requerido por el cliente.
El marcapasos se encontrará en
el punto en el que el cliente recibe el producto que necesita. Al estar al
final de la cadena, en el caso de que se requiera entrega inmediata, el
producto ya está disponible, y a la espera de que nuestro cliente se lo lleve.
Para que esto funcione,
debemos tener stock de todos estos artículos gestionados por kanban. Si nos
imaginamos que hay una gran variedad de productos para nuestros clientes, y
para su fabricación una gran variedad de artículos (materias primas y
semielaboradas), necesitaremos mucho espacio para almacenarlo todo. Además todo
este stock generará grandes inconvenientes, como por ejemplo, mayor espacio en
planta, más recursos en logística, mayor gestión, aumento del inmovilizado,
problemas potenciales de calidad, riesgo de obsolescencia, existencia de
problemas ocultos, entre otros.
En el caso de tener células de
producción, se verán enormemente penalizadas por este exceso de stock, llegando
a perder algunas de los beneficios para los que fueron diseñadas y construidas.
Por lo tanto tiene sentido
tener el marcapasos al final de la cadena en el caso de que la variedad sea
limitada en todas las fases de la cadena. De esta manera los supermercados
tienen todas las referencias para suministrar a los diferentes puestos
productivos intermedios, o enviar el producto final al cliente.
Para ello consideremos que en
nuestro ejemplo el marcapasos se encuentra en el segundo proceso de la cadena.
Si es así, a partir del momento que un cliente necesite un producto, se deberá
procesar el producto en todas las fases desde ese punto hasta el final. Por lo
tanto el tiempo requerido será el tiempo de ciclo del puesto 2, más el del
puesto 3 y el del 4. Es decir, el plazo de entrega será la suma de los tiempos
de procesado de cada etapa desde el marcapasos hasta el final.
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